Cuanta razón tiene Luis Enrique, cuando dijo que Zubizarreta (ex-director deportivo del club), había dejado un legado con dos auténticos porterazos, Claudio Bravo y Ter Stegen.
Y es que actualmente en el fútbol existe menos la figura de un portero para toda la temporada, como antiguamente se hacia. Como hemos podido y seguimos observando, en los últimos años cada vez son menos los equipos que utilizan solamente un portero para casi todos los partidos de la temporada.
Por supuesto y desde mi punto de vista, esto genera una gran ventaja al equipo y a la mentalidad del portero. ¿Por qué?, pues porque mantienen a los dos porteros en tensión sabiendo que pueden tener o perder la oportunidad de jugar.
El que puedan jugar cierto número de partidos cada portero, puede llegar a tener beneficios individuales como quitar estrés emocional y competitivo, llegar a entrenar con mucha más motivación y también se puede dar el caso de tener una mejor relación entre ambos.
Además en el tema colectivo del equipo, los jugadores pueden llegar a sentirse igual de cómodos y seguros si los dos porteros responden a un buen nivel, así como incorporarlos más a la dinámica de grupo.
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